lunes, 17 de octubre de 2016

La Metamorfosis



La Metamorfosis

Ficha técnica
Título: La metamorfosis
Autor: Franz Kafka
ISBN: 978-84-15089-11-7
Traductor: Alaric Dukass
Editorial: Plutón Ediciones

Hay hombres que alcanzan la grandeza a una edad temprana, y mueren sabiendo que influenciaron al mundo, estos los podemos ver repetidamente en los anales de la historia, emperadores, dictadores, generales y artistas.
Sin embargo, en la historia del mundo existe otro estereotipo de hombre, aquel que no nació para la grandeza, ni la alcanzo mientras caminó por el mundo, ya que sus actos no se supieron apreciar en ese momento o que los mismos autores no supieron apreciar su propia obra, no obstante, sus acciones perduraron en estratos más bajos para ser apreciados cuando llegara el momento, a veces muchos años después de que sus autores hubieren perecido.
Franz Kafka es uno de esos hombres, fue un individuo complicado, con una infancia lapidada en los campos de concentración y una juventud confusa debido a su variada herencia, un hombre que despreció su propia obra casi toda su vida, al punto de dejar como ultima solicitud la destrucción de ésta a su amigo Max Brod.

«Querido Max, mi último deseo: Todo lo que dejo detrás de mí… es para ser quemado sin leer». - Franz Kafka

Quien para la gloria y fortuna de la historia y la literatura desobedeció este último deseo del autor (a quien recientemente se le atribuye haber sufrido de un trastorno esquizoide de personalidad posiblemente relacionado con su desventurada vida) conservando parte de su obra (y supervisando la publicación de la misma) cuya complementación fue confiscada por la Gestapo en 1933.

La obra de Franz Kafka abarca los estilos literarios del modernismo, el expresionismo y el existencialismo. En su obra a menudo el protagonista se enfrenta a un mundo difícil, basado en reglas desconocidas, paradójicas o inescrutables. La importancia de su mirada ha sido tal que en varias lenguas se ha acuñado el adjetivo «kafkiano» para describir situaciones que recuerdan a las reflejadas por él.

La obra de Kafka tuvo varios auges a lo largo de la historia, fue elogiada poco después de ser publicada por primera vez en 1920, luego su obra gozó de otra cúspide después de la segunda guerra mundial, donde fue mayormente elogiada.

Entre sus obras destacan varios escritos los cuales están cimentados sobre una complejidad que ha puesto a varios estudiosos de la literatura a someter la obra de Kafka a un meticuloso estudio del cual todavía se pueden apreciar varias distintas opiniones, al punto de que muchos críticos consideran que bajo las líneas de Kafka no se encuentra ningún sentido recóndito, que sus textos solo son historias y cuentos.  El mundo de Kafka no es nada oculto, sino un mundo de los hombres, construido por ellos mismos, y como señala la crítica de su obra Johanna Arendt, que está expresado gracias a la «simplicidad y fácil naturalidad de su lenguaje”. Cada frase vale literalmente lo que se dice en ella, según señalaba el pensador alemán Adorno.

Entre sus obras más notables destacan El proceso, El castillo, En la colonia penitenciaria, Un artista del hambre y la que nos ha traído a ustedes los lectores y a este humilde reseñador al blog, La Metamorfosis, una de sus más notorias obras, la cual se ganó un puesto en la serie Grandes libros de siglo XX publicada por Penguin Books.

El libro relata la historia de Gregorio Samsa, un comerciante de telas que trabaja para pagar una deuda de sus padres y mantener la casa, quien una mañana despierta convertido en un insecto gigante, a medida que avanza la historia Gregorio intenta comunicarse con sus familiares y superiores del trabajo, lo que sale completamente mal y resulta en la pérdida de su trabajo, que trae como consecuencia una fuerte adversidad sobre la familia de Gregorio, constituida por sus dos padres y su hermana menor. A pesar de la trasformación de Gregorio su familia asume su cuidado, el cual representa nada más que una carga muy dura la cual no deriva sino en dificultades cada vez más grandes para la familia, lo que los somete a un fuerte cambio en su cotidianidad obligando a los miembros restantes de la familia a trabajar para mantener la casa bajo una sombra de lo que era cuando Gregorio era el proveedor y para mantener a Gregorio.

A medida que avanza el relato, se puede apreciar que las cosas no solo cambian para la familia, sino que el mismo Gregorio empieza a cambiar, abandonando los hábitos y facultades humanas de las que antaño sus padres se enorgullecían, viniendo a ser reemplazadas por los rebajados hábitos de lo que es ahora, un insecto.
Personalmente me sentí muy identificado con esta obra. Quisiera advertir a los lectores que están familiarizados con esta obra que soy consciente de las varias interpretaciones que se le han dado, entre ellas, las que están referidas al trato de una sociedad autoritaria y burocrática hacia el individuo diferente, donde éste queda aislado e incomprendido ante una maquinaria institucional abrumadora y que ni él comprende ni tampoco es comprendido por ella.
Una interpretación reconocida se refiere a la identidad desdoblada de Kafka, quien por un lado siente nostalgia por la identidad judía de sus abuelos y por otro siente que no logra hacer pie en el mundo "gentil" de Praga al que pertenece su padre. También se puede tomar en cuenta la interpretación de que la obra plasma el egoísmo humano ante el bienestar de los demás.
Sin embargo, yo he visto la obra desde un ángulo muy distinto, en el cual seguramente muchos de mis paisanos podrían ver también identificados. Como expresé en mi primera entrada, Venezuela ha estado sufriendo un lento proceso de decadencia durante la última década lo cual en este momento ha logrado tocar a casi toda nuestra población, y que nos ha obligado a nosotros, los venezolanos, a ejercer cambios radicales en nuestra vida cotidiana, que van desde cambios en las conversaciones en la mesa hasta la necesidad de hacer largas y fatigosas filas para la obtención de los alimentos básicos. Habiendo sido testigo de esta decadencia desde mi propio hogar, personalmente me sentí como Gregorio, ahora un escarabajo que no puede seguir ganado buen dinero para su familia comerciando telas, que tiene que cambiar sus hábitos alimenticios y reducirlos a comidas mucho más decrépitas, a la vez que ve a su familia servirse mesas cada vez menos variadas y de una calidad cada vez menor y los crecientes déficits en las cuentas de la casa que llevan a su retirado padre, a su enferma madre y a su hermana, quien en el alba del libro se podía apreciar que tendría un brillante futuro como música, ser reducida a una vulgar dependiente de tienda, quien por las noches estudia mecanografía para aspirar a un trabajo mejor.
Yo pienso que muchos venezolanos hemos podido vernos en por lo menos una de estas situaciones por lo que siento que, a raíz de que es un libro fácil de leer, pero que tiene un contenido bastante veraz, es un libro que todo venezolano debería leer para poder de alguna forma, sobrellevar mejor la crisis que actualmente vivimos.







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